viernes, 27 de agosto de 2010

Shazam!!! llegan los superhombres

Un poco antes de que los cómics de EC llegaran a la vida de Corben para conformar una de las influencias más evidentes de su estilo y un poquito después del descubrimiento de su admirado Jess Marsh, también llegó el descubrimiento de los superhombres del papel (pese a lo que tiene de superlativo, quedémonos con lo aventurero de las aventuras de Tarzan).

No resulta algo extraño. A la fascinación por lo visual y la fantasía, a su afición por el dibujo, se suma una infancia que coincide con el momento de nacimiento/expansión del género, prácticamente contemporáneas de Corben son las dos series de superhéroes que nos consta seguía en sus años jóvenes:

Captain Marvel, creado por Bill Parker y Clarence Charles Beck (C. C. Beck), que debutó en el número dos de Whiz Comics en febrero de 1940 y Superman, el icono superheroico por excelencia, creado por Jerry Siegel y Joe Shuster, que nació en el mítico, incluso conocido para muchas personas ajenas a la historieta, Action Comics #1, en junio de 1938.


Portada de Whiz Comics #2 (Fawcett Comics, 1940).


Portada de Action Comics #1 (DC Comics, 1938).


Fotografía de C. C. Beck (8 de junio de 1910 - 22 de noviembre de 1988) en octubre de 1982 en la Comic-Con de Minneapolis. Fotografía de Alan "Light".



Dibujo de C.C. Beck con las personalidades de su personaje.


Siegel y Shuster, ellos fueron el origen de una industria.



Dibujo de Jack Burnley, dibujante de Superman en los primeros años de vida de Corben.


Aunque de menor fama que Superman, Captain Marvel parece acercarse un poco más a las temáticas del gusto de Corben, donde no suelen existir las dobles personalidades típicas de los "super", sino la transformación del personaje (los casos emblemáticos serían Den o Rowlf, pero también otras formas más sutiles como el protagonista de La Bestia de Wolfton -Beast of Wolfton, 1972-, Cid y Opey o los protagonistas de La herencia de los Woodlik -Woodlik Inheritance, 1974- o Pánico mental -The Hero Within, 1974, con guión de Steven Skeates-, al igual que las referencias a la mitología clásica, a las esencias básicas de las historias que siempre encontramos en las narraciones del autor de Kansas... Si a esto unimos que la etapa clásica del personaje, la editada por Fawcett Comics ocupa prácticamente los años "infantiles" de Corben, 1940-1953, no sería extraño que pese al enorme atractivo de Superman, Captain Marvel estuviese en estos primeros años, tras las obras de Jess Marsh, en la lista de preferencias de Rich.


Página cuatro de The Hero Within (Guión de Steve Skeates. Creepy #60, 1974. Warren Publishing).


En el caso de Superman, parece lógico pensar que la vertiginosa y apabullante fama del personaje en esos años supuso una fascinación difícil de resistir para los niños y jóvenes de la época. Superman traspasó a velocidad vertiginosa la fama en las revistas de cómics para llegar a las tiras de prensa en 1939, los seriales radiofónicos en 1940, los cortos de animación en 1941 y 1943, seriales de cine en 1948 y 1950, televisión en 1951... irresistible ¿verdad?


Los Superman (George Reeves), Lois Lane (Noel Neill), Perry White (John Hamilton) y Jimmy Olsen (Jack Larsen) de los seriales en imagen real.


La cuestión que se plantea ahora es qué grado de influencia han tenido estas lecturas en la futura obra del autor. Y la verdad es que no se adivinan muchas.

Mientras un repaso no demasiado profundo al
Tarzan de Marsh nos descubre multitud de detalles, incluso inesperados dadas las diferencias estilísticas, no encuentro nada en la narración de estas series que Corben no hubiese encontrado de forma más obvia en Marsh, tampoco detalles gráficos o recursos que se puedan encontrar en sus viñetas más allá de la preocupación anatómica, algo compartido con cualquier historieta del género, la plasticidad y combinación de realismo y caricatura propia del estilo de C. C. Beck o quizás un primer acercamiento al uso de las onomatopeyas que de forma maestra desarrolló posteriormente; buscar algo más creo que resulta un ejercicio vano, dada la dificultad de encontrar más adelante algún reflejo de estas lecturas infantiles. Ningún detalle, ningún homenaje que nos recuerde su amor por los personajes (Tarzán, por ejemplo, sigue latiendo en muchas ocasiones), ninguna mínima colaboración. Está claro, los personajes de Corben son extraordinarios, fantasiosos y musculados, pero no dejan de ser héroes enfrentados a desafíos imposibles, limitados y tremendamente humanos, un repaso fugaz a sus colaboraciones en la marca por excelencia de los superhéroes, Marvel Comics, nos muestra que sus gustos se mueven en otra dirección y nos enseña que, pese a las apariencias, incluso los monstruos esmeraldas de fuerza descomunal son, esencialmente, humanos muy corrientes.


El pensamiento de Corben sobre la cuestión sintetizado en una historieta: el mundo de los sueños, la fantasía y la libertad venciendo a los "super" y el fanatismo religioso. Cuando los sueños chocan en Corben o la ternura del monstruo, Ediciones La Cúpula, 1979 (When dreams collide, publicada en Up From The Deep #1, 1971).


Los héroes del papel de Corben son otros, estos por ejemplo. Duel of the titans
(Guión de Rober Barret. Squa Tront #4, 1970. Fanzine editado por Jerry Weist).



La magnífica versión de Corben sobre el personaje clásico de Marvel Comics, tan humano como brutal.
La ilustración de portada es un ejemplo de síntesis del personaje.

sábado, 21 de agosto de 2010

What's a Kansas?

Última viñeta de "A woman Scorned" (Guión de Bruce Jones). Eerie #90, febrero 1978, Warren Publishing.

Con esta simpática frase terminaba una memorable historia de Rich guionizada por el gran Bruce Jones. Unos cuantos años antes de que Kansas hubiera "desaparecido", la familia Corben abandonaba Sunflower, en Kansas, para desplazarse a Kansas City, en Missouri.

El segundo "viaje" de Richard Corben. Fragmento de la página 1 de "The Story of Oteg"
(Promethean Enterprises #3, 1971).



Como ya comentaba en una entrada anterior, la vida cotidiana de
Richard Corben ha transcurrido en un pequeño triángulo de vértices muy cercanos: Anderson, Sunflower y Kansas City, de nuevo de vuelta a Missouri. No he podido encontrar el dato exacto en el que la familia abandonó Sunflower para asentarse, ya de forma definitiva, en Kansas City. Si bien consta que es en esta ciudad donde realiza sus estudios de High School, por lo que el viaje hubo de ser, como muy tarde, alrededor de 1954-55, esto suponiendo que hubiera terminado sus estudios primarios en Sunflower. Ni tan siquiera valorando la evolución de sus fotografías más o menos localizadas puede llegarse a ninguna fecha excesivamente concreta. Seguiremos en ello.

17 años, Rich se gradua en la High School. Fotografía publicada en la página 10 de Heavy Metal #52, 1981.


El cambio de residencia sigue la línea del anterior viaje, de la Sunflower que nace y crece a la gran ciudad de la zona, la tercera más poblada del estado, que supera el medio millón de habitantes, consolidada, más rica culturalmente, repleta de servicios y actividades, pero accesible, una gran ciudad aún de proporciones "humanas", donde los avances no han devorado las tradiciones, relativamente tranquila (se la conoce como la ciudad de las fuentes, sólo superada en número por Roma. El escudo de la ciudad es reflejo de ello). No resulta difícil reconocer en ella una ciudad donde, dado su carácter,
Corben se haya encontrado cómodo toda su vida.

Kansas City Downtown at 12th and Central Streets, alrededor de 1955. The Kansas City Public Library.

Auditorio Municipal de Kansas City, alrededor de 1956. Fotografía de Montgomery. The Kansas City Public Library.

En esta casita de Kansas City vivió Walt Disney. Walt y su hermano Roy ayudaron durante un tiempo a su padre, Elias, en el reparto del Kansas City Star, el periódico local y el lugar, al parecer, donde se
publicó la primera referencia en
prensa generalista de la incipiente carrera de Richard Corben en mayo de 1968.


Corben sigue en esta época agotando todo el papel que llega a sus manos y devorando imágenes en todos los formatos, son tiempos en que saca algunos beneficios a su talento haciendo pequeños trabajos para vecinos, conocidos, etc. y también son tiempos de descubrimientos de obras, estilos y autores. Corben resulta impactado por los cómics de la EC, que conformarían una buena parte de su forma de entender la historieta, tanto a nivel narrativo, como gráfico e incluso en parte temático. Los característicos personajes/presentadores de EC, más tarde "recuperados" por Warren, tendrían en Corben un nexo de unión con sus creaciones para las publicaciones underground o sus propias ediciones. Así llegaron los nombres y las obras de algunos de los autores citados siempre por el autor de Kansas a la hora de hablar de sus influencias: Wally Wood, Harvey Kurtzman, John Severin (Mr. Severin, en una rectificación espontánea que él mismo hacía en una entrevista para evidenciar el respeto hacia el autor)... como siempre, las influencias del autor deben "escarbarse" en las esencias, volveremos sobre EC más adelante.

Original de Wally Wood, un talento superlativo. Observa el diseño del extraterrestre y su "tecnología".

Cubierta de Jack Davis en la versión más reconocible del estilo EC y sus famosos "anfitriones".

Impecable ilustración de Mr. Severin para Two-Fisted Tales.

Boceto a acuarela de Richard Corben, sin datar.
Publicado únicamente en la página 38 de Vuelo a la Fantasía (Toutain Editor, 1981).

viernes, 13 de agosto de 2010

Fay, Robt, Bruce y un amante muy peludo



El 2 de marzo de 1933, en el Radio City Music Hall Theater de Nueva York tuvo lugar el estreno de una película mítica publicitada como The Eight Wonder: King Kong, la película favorita de Corben según él mismo ha comentado en algunas entrevistas, una consecuencia clara de sus predilecciones estéticas y, a la vez, una influencia en dicha estética.


Cartel de la película.


Una fotografía que se ha publicado en más de una ocasión, Corben en su estudio, ¿reconoces el poster del fondo?


Cierto que la película se estrenó siete años antes de su nacimiento, pero en una propuesta que las nuevas tendencias (y la aparición del DVD de uso doméstico y la televisión) han desechado, tuvo varios "reestrenos" en las salas de cine en 1940, 1942, 1946 y un superexitoso último estreno en 1952 (Corben tenía entonces 12 años), antes de ceder sus derechos para la emisión televisiva y donde superó en taquilla los ingresos de su exitoso estreno casi veinte años antes.

Para no variar, y como ocurre prácticamente con todas las influencias que componen el "esqueleto" estético e imaginario de Corben,
King Kong, un clásico ya, hunde a su vez sus raices en los clásicos de la literatura fantástica y está inspirada de manera directa tanto en El mundo perdido de Arthur Conan Doyle, como en La tierra que el mundo olvidó de... sí, Edgar Rice Burroughs, una de las esencias del autor de Kansas.

Sería precisamente una adaptación de
El mundo perdido, realizada en 1925, con efectos especiales de Willis O'Brien la semilla de la que surgió King Kong, tamizada por la película de Congo Pictures, Ingagi (1930).

Cartel de Ingagi (1930).


O'Brien, que en 1931 realizaba Creation (¡¡Dinosaurios, dinosaurios!!), no sólo fue contratado para realizar unos efectos especiales que marcarían época, sino que parte de los modelos de
King Kong son de esta película e incluso se modificaron algunas escenas para poder ser utilizadas en la película del gran gorila.



De la inacabada Creation, apenas se conservan unos minutos.


Willis O'Brien.


Si la fascinación de Corben por los mundos perdidos y fantásticos ya existía, no deberíamos tener grandes dudas del impacto de esta película sobre su interés por la fauna prehistórica y la representación de las vegetaciones selváticas. No conviene dejar de señalar que, pese a las limitaciones técnicas de la época a la hora de reproducir con fidelidad los animales prehistóricos, O'Brian realizaba una buena labor de documentación en la búsqueda de una mayor verosimilitud de su trabajo, siendo la obra del muy reputado ilustrador naturalista Charles R. Knight (Brooklyn, 21/10/1874 - Manhattan, 15/04/1953) una inspiración constante en su obra, si bien O'Brien tenía unos ciertos conocimientos sobre el tema puesto que había trabajado como ayudante de un paleontólogo en una excavación de fósiles en Crater Lake que, probablemente, guiase su pasión por los "monstruos de otros tiempos".


Charles R. Knight.




Una muestra del trabajo de Knight. Puedes ver más aquí.


Aventuras, selvas salvajes, un gorila gigante, animales prehistóricos... todo lo necesario para impactar a un joven de la época. Pero como ha demostrado el paso del tiempo, una de las virtudes del artista de Kansas, quizás la más importante pese a ser "invisible", es la de ser capaz de diseccionar las obras extrayendo la esencia de cada una, asimilándolas sin alterar, aparentemente, su propia obra. Una virtud que le permite recoger a
Eisner, Wood, Marsh, Frazetta, Severin, Bode o Parrish, tan distintos entre sí, sin aparentes fisuras en su personalísimo estilo. Quizás sea esa atención por lo genuino lo que hace que su obra resulte tan "orgánica", tan cercana y tan creible sea cual sea el ambiente en el cual se desarrollan sus historias.

PIenso que, al menos inconscientemente, hubo tres elementos esenciales en
King Kong (obviemos la atracción por la animación), que pasaron a formar parte del "almacén creativo" de Corben.

Uno de ellos, el más claro, es uno de los argumentos clásicos, el de la bella y la bestia, la del monstruo de alma pura, retratado de forma excelsa en las grandes películas "de monstruos", como la propia
King Kong, El monstruo de Frankenstein o El jorobado de Notre Dame y que Corben ha llevado a las viñetas de forma no menos magistral, bien sea de forma casi directa como en Ogre, bien formando parte de la esencia de una aventura de mayor carga temática (Rowlf) o retratando al monstruo de corazón puro que se enfrenta los que sólo en apariencia son mejores que él (el entrañable Dimento de Mutant World), por citar sólo tres ejemplos. Recordemos que quizás uno de los libros con título más bello y certero de los dedicados a Corben fue el publicado por La Cúpula bajo el nombre de Corben o la Ternura del Monstruo. Un título impecable.

Página 3 del tercer episodio de Mutant World.
Guión de Jan Strnad sobre idea de Richard Corben.
(1984 #3, septiembre 1978. Warren Publishing).

Un segundo elemento de King Kong a tener en cuenta es el propio aspecto estético; una visión "real" de los mundos imaginados por Burroughs y puestos en dos dimensiones por su admirado
Jess Marsh, pero también un aspecto inquietante, con un uso de la iluminación particular que no sólo cumple una función narrativa, sino que quizás en algunos momentos estuviese "forzada" para cubrir las posibles carencias de las limitaciones técnicas de la época.

¿Es posible que en
King Kong esté el germen que llevó la influencia del estilo de línea y mancha de Jess Marsh hasta los intrincados juegos de sombras y volúmenes que ya caracterizaban sus primeras publicaciones en fanzines?

Fotogramas y diseños de preproducción de King Kong.


El otro elemento, que aunque ya empleado anteriormente, en esta película tuvo un importante desarrollo, fue el efecto de la retroproyección, que permitía la aparente aparición en la misma escena de personajes humanos, animales salvajes... o gigantescos gorilas de 15 metros de altura que realmente apenas medían 45 cm.

Cierto que es un truco innecesario en el mundo de la historieta y es un "trasvase" de la animación en dibujos animados, pero si atendemos a la búsqueda de profundidad y volumen en la obra de Corben y a su particular técnica de coloreado, quizás encontremos algunas similitudes conceptuales.

Para terminar, como ha ocurrido con otras películas que han influenciado al autor, Corben ha tomado elementos de forma más o menos directa de
King Kong. Corben ha explicado que nunca toma notas o similares, pero resulta innegable que, de forma consciente o no, "almacena" escenas, encuadres y soluciones narrativas en su "disco duro".

Dos comparativas entre fotogramas de King Kong y soluciones narrativas empleadas en Rip In Time
(
Fantagor Press, 1986-1987) registradas por Tony Frazier en su blog They Stole Frazier's Brain!!!


Fotograma de la versión coloreada de King Kong, óptima para distinguir mejor las figuras... ¿te recuerda a algo? Fíjate en el árbol.


Portada de Eerie #77. Septiembre 1976 (Warren Publishing).


"King Kong es la película que más me gusta. Cada vez que voy a verla le encuentro más y más fallos, pero tiene una vida y un espíritu que ya no tienen las películas de hoy en día"

Richard Corben en Vuelo a la Fantasía, pág 42 (Toutain Editor, 1981).


La verdad es que el tema da para mucho más, pero ya tendremos tiempo más adelante, aún queda mucho camino.




martes, 10 de agosto de 2010

Papeles, rotuladores y lápices de colores

Aún sin poner la mano en el fuego, dada la dificultad de contrastar la información, me gusta pensar que estas tres ilustraciones que alguien puso a la venta en una página web ("For sale 3 older Corbin (sic) drawings. $ 300.00 each or $ 800 for all 3. No Paypal) son ilustraciones de Corben. Hay detalles como los diseños de los monstruos, o la forma de dibujar del brazo del monstruo que dispara que podrían ser indicativos, sin embargo los rostros de las chicas generan dudas. Dado el tiempo pasado entre la supuesta fecha de creación de estos tres dibujos y sus primeras obras publicadas, esas diferencias tampoco tendrían por qué significar nada, soñemos que son realmente suyas a la espera de alguna información que nos haga tener la certeza absoluta.


Un cierto aire sí se dan algunos de los diseños de personajes, ¿verdad?



*Nota: Las tres ilustraciones de juventud se han retocado para ganar contraste, eliminar impurezas y el color del papel fruto del paso del tiempo, las imágenes se obtuvieron directamente de Internet y su calidad, lógicamente, no era la más óptima. Espero haber sido lo suficientemente pulcro.

viernes, 6 de agosto de 2010

Un hombre llamado Jesse Marsh

No debe resultarnos demasiado difícil imaginar la escena, la hemos visto muchas veces en la televisión y el cine, la pequeña población estadounidense, el más o menos pequeño colmado familiar donde se puede comprar de todo, desde la comida hasta, hasta las pilas para la linterna o las golosinas... y claro, al contrario que en España, también los cómics de aventuras para todos los públicos. Seguramente en algún lugar parecido el introvertido niño Richard Corben, ese que se pasaba horas y horas imaginando mundos hasta quedarse sin papel se encontró con una figura que le acompañaría durante toda su vida: Tarzan.

Viñeta de la página 4 de Pinball Wizard, con guión de Doug Moench,
publicada en
Creepy #66, 1974 (Warren Publishing).


El universo creativo de Corben tiene muchas vertientes, pero casi podríamos concentrarlo en unas pocas semillas, todas ellas muy primigenias (resulta difícil encontrar influencias más allá de su etapa más temprana) y trufada de algunos nombres que son sinónimo de aventura e imaginación, el caso de Edgard Rice Burroughs es uno de ellos y el de Jesse Mace Marsh, autor que dio vida en las viñetas al más famoso personaje de Burroughs, fue, seguramente, el primer referente gráfico.


Jesse Mace Marsh.



Jesse Marsh quizás no haya sido un nombre que haya transcendido al gran mundo de los cómics (bueno, salvo para los seguidores de Corben), pero tiene una biografía y una obra importante, además de ser un referente no sólo para Corben, sino para nombres importantísimos de la historieta como Alex Toth, Russ Manning o los Hermanos Hernández. Nacido en Florence, Alabama el 27 de julio de 1907 (otras fuentes citan 1915) pasó por la factoría Disney donde trabajó en títulos clásicos como Pinocho o Fantasía (animación y cómic, ¿te suena?), pero su gran oportunidad popular llegó con un título: Tarzan and The Devil Ogre, con guión de Robert P. Thompson y que se publicó en febrero de 1947 en el número 134 de Four Colors, a la vista de la respuesta popular, la historia tuvo una continuación Tarzan and The Fires of Tohr, publicada en agosto del mismo año en el número 161 de Four Color con idéntica respuesta. Ante este resultado, la editorial, Western Publishing a través de Dell Publishing Co. decide crear una publicación para el personaje con el mismo equipo creativo y cuyo número 1 vería la luz en enero de 1948. Una fecha perfecta, Rich, con ocho años de edad parecía predestinado a vivir las aventuras de Tarzan junto a Marsh... y junto a Gaylord DuBois, que se ocuparía del guión del número dos de la colección en la que sería a partir de entonces una larguísima trayectoria juntos. Jess Marsh se ocuparía de Tarzan desde 1948 hasta 1965 cuando sería sustituido por su amigo Russ Manning.


Gaylord DuBois.



Resulta curioso revisar la obra de Marsh (ahora se puede acceder con cierta facilidad gracias a la recopilación que Dark Horse está realizando bajo el título de Edgar Rice Burroughs' Tarzan: The Jesse Marsh Years). Y digo que resulta curioso porque nada más lejos de cualquier fan del "genio de Kansas" que imaginar que su primera influencia sea un artista bajo el paraguas del gran Milton Caniff (por entendernos) y que hace de la línea y la mancha sus señas de identidad. Sin embargo, una vez puestos sobre la pista, se empiezan a localizar algunos detalles que evidencian esa influencia, sobre todo en la teatralidad y gestualidad de su Tarzan, en algunos sombreados, como resuelve Marsh algunas figuras de reducido tamaño o como fuerza la naturalidad anatómica para representar la fortaleza del héroe hasta el punto de que en muchas ocasiones su figura resulta tosca y rocosa (lejos de la "flexibilidad" de Manning, Hogarth o Kubert), por supuesto la forma en que dibujaba los animales y, quizás, incluso en algunos escenarios podemos encontrar ciertas similitudes, aunque esto es posible que ya sea ir un poco lejos.


Portada del primer volumen editado por Dark Horse.






Algunas muestras del Tarzan de Jesse Marsh en la edición de Dell.
Una vez puestos sobre la pista... ¿verdad que se empiezan a ver las influencias?


Por si Tarzan no hubiese sido suficiente para impresionar al joven Corben, Marsh también se encargó de llevar a las viñetas, con buen tino, otra de las obras que ha marcado desde joven al creador de Den: John Carter of Mars (también recogida en tomo por Dark Horse).



Posiblemente no haría falta que el propio autor nos hablase de su admiración por Jesse Marsh para darnos cuenta de la importancia vital de este, en España, poco reconocido autor, en la futura obra de Corben. Burroughs fue el elemento esencial, pero Marsh la herramienta justa para darle forma. Jess Marsh falleció el 28 de abril de 1966.


"There must be alot of artists that have influenced me since I first started looking. I was hooked on TARZAN comics when Jesse Marsh was doing them. I know, nobody likes his art, except me.

The artists that took over his books concentrated mainly on figure drawing and a kind of surface level of slickness. Manning, Hogarth, or Kubert can't draw animals that move and live the way Marsh could.

Maybe my admiration is partly nostalgia. He was that only TARZAN artist for me".

Corben en una entrevista publicada en Mirk Wood Times #4


Cuatro páginas sin título conocido de un joven autor buscando su estilo.
Publicadas en Vuelo a la Fantasía, página 39 (Toutain Editor, 1981)
Free counter and web stats