viernes, 13 de agosto de 2010

Fay, Robt, Bruce y un amante muy peludo



El 2 de marzo de 1933, en el Radio City Music Hall Theater de Nueva York tuvo lugar el estreno de una película mítica publicitada como The Eight Wonder: King Kong, la película favorita de Corben según él mismo ha comentado en algunas entrevistas, una consecuencia clara de sus predilecciones estéticas y, a la vez, una influencia en dicha estética.


Cartel de la película.


Una fotografía que se ha publicado en más de una ocasión, Corben en su estudio, ¿reconoces el poster del fondo?


Cierto que la película se estrenó siete años antes de su nacimiento, pero en una propuesta que las nuevas tendencias (y la aparición del DVD de uso doméstico y la televisión) han desechado, tuvo varios "reestrenos" en las salas de cine en 1940, 1942, 1946 y un superexitoso último estreno en 1952 (Corben tenía entonces 12 años), antes de ceder sus derechos para la emisión televisiva y donde superó en taquilla los ingresos de su exitoso estreno casi veinte años antes.

Para no variar, y como ocurre prácticamente con todas las influencias que componen el "esqueleto" estético e imaginario de Corben,
King Kong, un clásico ya, hunde a su vez sus raices en los clásicos de la literatura fantástica y está inspirada de manera directa tanto en El mundo perdido de Arthur Conan Doyle, como en La tierra que el mundo olvidó de... sí, Edgar Rice Burroughs, una de las esencias del autor de Kansas.

Sería precisamente una adaptación de
El mundo perdido, realizada en 1925, con efectos especiales de Willis O'Brien la semilla de la que surgió King Kong, tamizada por la película de Congo Pictures, Ingagi (1930).

Cartel de Ingagi (1930).


O'Brien, que en 1931 realizaba Creation (¡¡Dinosaurios, dinosaurios!!), no sólo fue contratado para realizar unos efectos especiales que marcarían época, sino que parte de los modelos de
King Kong son de esta película e incluso se modificaron algunas escenas para poder ser utilizadas en la película del gran gorila.



De la inacabada Creation, apenas se conservan unos minutos.


Willis O'Brien.


Si la fascinación de Corben por los mundos perdidos y fantásticos ya existía, no deberíamos tener grandes dudas del impacto de esta película sobre su interés por la fauna prehistórica y la representación de las vegetaciones selváticas. No conviene dejar de señalar que, pese a las limitaciones técnicas de la época a la hora de reproducir con fidelidad los animales prehistóricos, O'Brian realizaba una buena labor de documentación en la búsqueda de una mayor verosimilitud de su trabajo, siendo la obra del muy reputado ilustrador naturalista Charles R. Knight (Brooklyn, 21/10/1874 - Manhattan, 15/04/1953) una inspiración constante en su obra, si bien O'Brien tenía unos ciertos conocimientos sobre el tema puesto que había trabajado como ayudante de un paleontólogo en una excavación de fósiles en Crater Lake que, probablemente, guiase su pasión por los "monstruos de otros tiempos".


Charles R. Knight.




Una muestra del trabajo de Knight. Puedes ver más aquí.


Aventuras, selvas salvajes, un gorila gigante, animales prehistóricos... todo lo necesario para impactar a un joven de la época. Pero como ha demostrado el paso del tiempo, una de las virtudes del artista de Kansas, quizás la más importante pese a ser "invisible", es la de ser capaz de diseccionar las obras extrayendo la esencia de cada una, asimilándolas sin alterar, aparentemente, su propia obra. Una virtud que le permite recoger a
Eisner, Wood, Marsh, Frazetta, Severin, Bode o Parrish, tan distintos entre sí, sin aparentes fisuras en su personalísimo estilo. Quizás sea esa atención por lo genuino lo que hace que su obra resulte tan "orgánica", tan cercana y tan creible sea cual sea el ambiente en el cual se desarrollan sus historias.

PIenso que, al menos inconscientemente, hubo tres elementos esenciales en
King Kong (obviemos la atracción por la animación), que pasaron a formar parte del "almacén creativo" de Corben.

Uno de ellos, el más claro, es uno de los argumentos clásicos, el de la bella y la bestia, la del monstruo de alma pura, retratado de forma excelsa en las grandes películas "de monstruos", como la propia
King Kong, El monstruo de Frankenstein o El jorobado de Notre Dame y que Corben ha llevado a las viñetas de forma no menos magistral, bien sea de forma casi directa como en Ogre, bien formando parte de la esencia de una aventura de mayor carga temática (Rowlf) o retratando al monstruo de corazón puro que se enfrenta los que sólo en apariencia son mejores que él (el entrañable Dimento de Mutant World), por citar sólo tres ejemplos. Recordemos que quizás uno de los libros con título más bello y certero de los dedicados a Corben fue el publicado por La Cúpula bajo el nombre de Corben o la Ternura del Monstruo. Un título impecable.

Página 3 del tercer episodio de Mutant World.
Guión de Jan Strnad sobre idea de Richard Corben.
(1984 #3, septiembre 1978. Warren Publishing).

Un segundo elemento de King Kong a tener en cuenta es el propio aspecto estético; una visión "real" de los mundos imaginados por Burroughs y puestos en dos dimensiones por su admirado
Jess Marsh, pero también un aspecto inquietante, con un uso de la iluminación particular que no sólo cumple una función narrativa, sino que quizás en algunos momentos estuviese "forzada" para cubrir las posibles carencias de las limitaciones técnicas de la época.

¿Es posible que en
King Kong esté el germen que llevó la influencia del estilo de línea y mancha de Jess Marsh hasta los intrincados juegos de sombras y volúmenes que ya caracterizaban sus primeras publicaciones en fanzines?

Fotogramas y diseños de preproducción de King Kong.


El otro elemento, que aunque ya empleado anteriormente, en esta película tuvo un importante desarrollo, fue el efecto de la retroproyección, que permitía la aparente aparición en la misma escena de personajes humanos, animales salvajes... o gigantescos gorilas de 15 metros de altura que realmente apenas medían 45 cm.

Cierto que es un truco innecesario en el mundo de la historieta y es un "trasvase" de la animación en dibujos animados, pero si atendemos a la búsqueda de profundidad y volumen en la obra de Corben y a su particular técnica de coloreado, quizás encontremos algunas similitudes conceptuales.

Para terminar, como ha ocurrido con otras películas que han influenciado al autor, Corben ha tomado elementos de forma más o menos directa de
King Kong. Corben ha explicado que nunca toma notas o similares, pero resulta innegable que, de forma consciente o no, "almacena" escenas, encuadres y soluciones narrativas en su "disco duro".

Dos comparativas entre fotogramas de King Kong y soluciones narrativas empleadas en Rip In Time
(
Fantagor Press, 1986-1987) registradas por Tony Frazier en su blog They Stole Frazier's Brain!!!


Fotograma de la versión coloreada de King Kong, óptima para distinguir mejor las figuras... ¿te recuerda a algo? Fíjate en el árbol.


Portada de Eerie #77. Septiembre 1976 (Warren Publishing).


"King Kong es la película que más me gusta. Cada vez que voy a verla le encuentro más y más fallos, pero tiene una vida y un espíritu que ya no tienen las películas de hoy en día"

Richard Corben en Vuelo a la Fantasía, pág 42 (Toutain Editor, 1981).


La verdad es que el tema da para mucho más, pero ya tendremos tiempo más adelante, aún queda mucho camino.




5 comentarios:

Frodomir dijo...

Genial entrada! y acertadísima, para mi gusto. Creo que a la mayoría de seguidores del maestro nos encanta también King Kong, y entendemos que una parte muy importante de lo que es Corben se debe a esa genial película.

;-)

oscar dijo...

Muy buena entrada, me ha gustado mucho! Ciertamente Rip in Time cobra otra dimensión después de leer tu entrada. ;)

Francisco dijo...

Impagable esta entrada!!!
Gran trabajo: entretenida, documentada y con hallazgos geniales, como esos fotogramas "homenajeados" por RC.

Centinel dijo...

¡Muy buena entrada! Esto requiere de un repaso de RIP...

prades dijo...

Que bueno es este post, sobre todo la comparación de la vñeta de Rip con el fotograma de King Kong.

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